lunes, 21 de febrero de 2011

Costas enterró los escombros de la casa de Can Ganxo en la playa de Cala Tuent

La empresa pública Tragsa, encargada de ejecutar el pasado mes de mayo las obras de demolición de la casa centenaria de Can Ganxo, en Cala Tuent (Escorca), por orden de la demarcación territorial de Costas, enterró la mayor parte de los escombros procedentes de la antigua edificación en la zona en la que estaba situada la casa, en la misma playa de Cala Tuent. Este hecho ha sido confirmado por el propio jefe territorial de Costas, el socialista Celestí Alomar, quien defiende la legalidad de la actuación y apunta que se procedió de esta forma para ahorrar gastos en el proceso de demolición, presupuestado en unos 375.000 euros.

Alomar explica que, por la información que le ha aportado la empresa Tragsa, los escombros de Can Ganxo fueron objeto de un proceso de separación entre el material inerte como el marès (piedra arenisca) y los otros elementos contaminantes procedentes de la estructura de la casa. Según el jefe de Costas, todo el material reciclable y no perjudicial para el medio ambiente se aprovechó para rellenar las antiguas fosas sépticas de la edificación, por lo que permanece enterrado en el mismo lugar donde se levantaba la casa de Can Ganxo. "Se trata de un material inerte, natural, que ha sido picado antes de rellenar las fosas", apunta Alomar.
Sin embargo, a día de hoy todavía son visibles las huellas de la actuación de Costas en Cala Tuent, donde aparecen restos de obra mezclados con tierra en el lugar que antes ocupaba la casa de Can Ganxo. A escasa profundidad de la superficie es fácil toparse con restos de piedras con cemento y de baldosas procedentes de la casa derribada.
El delegado de Costas asegura que el material más contaminante procedente de los escombros de Can Ganxo fue trasladado por Tragsa a la empresa Mac Insular, que a raíz de una concesión del Consell de Mallorca se dedica desde 2003 a la gestión de los residuos de construcción y demolición.
Fuentes de esta empresa concesionaria han confirmado a este diario que, efectivamente, recibieron una carga de escombros procedentes de la casa de Can Ganxo. Sin embargo, las fuentes expresaron su "sorpresa" por el escaso peso del material proporcionado por Tragsa: once toneladas que precisaron de un solo camión para ser transportadas. "Se trata de una cantidad de escombros muy escasa si se tiene en cuenta que procedían de una edificación de dos alturas; no nos explicamos por qué nos trajeron tan pocos escombros".
La demolición de Can Ganxo en cumplimiento de la Ley de Costas provocó polémica hace unos meses por la oposición frontal de los propietarios, que denunciaron la orden en los juzgados, si bien éstos han emitido diversos autos que avalan la actuación de Costas, según destaca el propio jefe de la demarcación territorial.

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